LA ESPERA COMO PREPARACIÓN SILENCIOSA.
Muchas veces se siente injusto, aseguramos que merecemos eso por lo que estamos pidiendo. Pero desde los ojos de Dios, algún propósito no hemos cumplido. Él misteriosamente nos guía en la vida para que vayamos dando check a nuestro listado de pendientes, puede ser un pedir perdón a alguien, dedicar tiempo a alguien, aprender sobre algo, etc.
Haz una introspección y pregúntate. ¿Cuáles son mis pendientes? ¿Qué he dejado de hacer?¿Estoy listo para eso?
Puede que lo que estés pidiendo es una familia. Te preguntarías ¿Estoy listo para educarlos, formarlos y darles una vida que merecen humanamente? Podrías empezar a hacer tu check list: como cuidar un hijo, entender la inteligencia emocional, un vicio por ahí que necesites dejar para ser un modelo a seguir, etc.
CONFIAR COMO UN BEBÉ
Un bebé está seguro de que los que lo amán lo cuidarán, alimentarán, lo vestirán, ¿Acaso Dios no hace lo mismo?
Confiar es mantener la certeza de que los hilos se están entrelazando conforme decidimos hacer caso a nuestra preparación. Si, hay una gran responsabilidad de nuestro lado reconocer la voluntad de Dios y actuar para que todo suceda.
LA VOZ DE DIOS
¿La voz de Dios es clara? ¿Como cuando hablamos con una persona? Muchas veces nos frustamos esperando que eso sea así, no estás solo.
Puede que sí, puede que no. Lo que si es cierto es que muchas veces se manifiesta en la vida como “casualidades” “coincidencias”, ¿Los has reconocido?
Estemos atento a los detalles. Se siente hermoso, como una rara alegría y paz en el corazón.
Aunque el reloj humano grite “tarde!”
El reloj divino susurra “justo a tiempo”.
F. Dan